Nueva York, 17 de Diciembre de 2009—Un pistolero no identificado asesinó a tiros al periodista colombiano Hárold Humberto Rivas Quevedo en el departamento occidental del Valle del Cauca la noche del 15 de diciembre. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades colombianas a investigar el asesinato y a hacer todo lo posible para enjuiciar a los responsables
Rivas, de 49 años, presentador del programa político “Comuna Libre” en la estación de televisión local CNC Bugavisión y narrador deportivo para la estación de radio local Voces del Occidente, salió de la oficina de CNC Bugavisión un poco después de las 10 p.m., el gerente de la estación, Javier Gil, indicó al CPJ. Minutos más tarde, Rivas llegó a una funeraria local que también administraba, dónde se le acercó un individuo con un casco cerrado de motocicleta, según informes de la prensa local. El agresor no identificado le disparó cinco tiros en la cabeza a Rivas antes de huir con otro individuo en una motocicleta que se encontraba frente a la funeraria. Rivas murió inmediatamente, señaló Gil.
La noche de su asesinato, Rivas había terminado de grabar un programa en vivo. Según el gerente de la estación, Rivas criticaba de manera general los problemas cívicos de la ciudad pero no directamente a ningún funcionario o autoridad, ni tocaba temas sensibles. No queda inmediatamente claro si fue asesinado en represalia directa por su trabajo.
Un equipo especial de investigadores de la policía local abrió una indagación de inmediato, informó el diario nacional El Tiempo. Según Gil, los investigadores no han informado públicamente sobre los posibles motivos del crimen.
“Las autoridades locales deben investigar rigorosamente y sin demora la muerte de Hárold Humberto Rivas Quevedo”, declaró Robert Mahoney, el subdirector del CPJ. “En un país dónde la autocensura se ha convertido en norma para los reporteros provinciales, las autoridades deben mostrar su compromiso con la protección de la prensa local al enjuiciar a todos los responsables del asesinato de Rivas”.
El índice de muertes de periodistas ha disminuido ligeramente en Colombia, históricamente uno de los países donde más periodistas han caído por su trabajo, indican las investigaciones del CPJ. Si bien el gobierno considera que esto es producto de la política de seguridad, la investigación del CPJ demuestra que la existencia de una autocensura generalizada ha convertido a la prensa en un blanco no tan repetido.
En su análisis anual de fin de año, publicado hoy, el CPJ encontró que por lo menos 68 periodistas en el mundo cayeron en cumplimiento de su trabajo informativo en 2009, la cifra más alta documentada por organización hasta la actualidad. Una de las víctimas de este año fue el periodista colombiano José Everardo Aguilar, de 72 años, corresponsal de Radio Súper en la ciudad sureña de Patía, quien fue muerto a tiros en su casa el 29 de abril. Era conocido por sus fuertes críticas a la corrupción y los lazos que resaltaba entre políticos locales y grupos paramilitares de ultraderecha.