Nueva York, 8 de diciembre de 2009—Los periodistas freelance forman en la actualidad casi el 45 por ciento del total de periodistas encarcelados en el mundo, un reciente y dramático aumento que refleja la evolución del negocio global de las noticias, señaló hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
En su censo anual de periodistas presos, difundido hoy, el CPJ encontró un total de 136 reporteros, editores y fotoperiodistas encarcelados el 1 de diciembre, 11 más que en el cálculo de 2008. (Lea informes detallados de cada periodista preso). Una embestida masiva en Irán, dónde 23 periodistas están encarcelados, aceleró el incremento global.
China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo, una deshonra sostenida durante 11 años consecutivos. Irán, Cuba, Eritrea y Myanmar se unen a China dentro de los cinco primeros lugares entre los 26 países que encarcelan a periodistas. Cada una de estas cinco naciones ha figurado en forma persistente entre los cinco países con mayor número de periodistas encarcelados.
En el mundo, por lo menos 60 periodistas freelance están en la cárcel, casi el doble que hace tres años. Las investigaciones del CPJ indican que este número ha aumentado de modo paralelo a dos tendencias: Internet le ha permitido a periodistas individuales publicar información por su cuenta, mientras que algunas organizaciones noticiosas dependen cada vez más de periodistas freelance para cubrir noticias internacionales como parte de un esfuerzo para reducir costos. Los periodistas freelance, quienes a menudo no tienen el mismo apoyo legal y financiero que el personal de las organizaciones noticiosas, son particularmente vulnerables al encarcelamiento.
“Los días en que los periodistas cubrían situaciones peligrosas sabiendo que contaban con el respaldo institucional de los medios están pasando a la historia”, señaló el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Los periodistas en la línea del frente trabajan de manera cada vez más independiente. La aparición del periodismo en línea ha abierto la puerta a una nueva generación de reporteros pero también los ha hecho más vulnerables”.
La cantidad de periodistas en línea encarcelados continúa aumentando como ocurrió durante la última década, según el censo del CPJ. Por los menos 68 blogueros, periodistas basados en la Web y editores en línea están detenidos, y constituyen la mitad del total de periodistas presos en la actualidad. Reporteros, editores y fotógrafos de la prensa escrita pertenecen a la categoría que tiene el siguiente número más alto de encarcelamientos con 51 casos en 2009. Periodistas de televisión, radio y documentalistas forman parte del resto.
Aunque supuestos delitos contra el Estado, como subversión, son las acusaciones utilizadas con más frecuencia alrededor del mundo para encarcelar a periodistas, el CPJ identificó en su censo un aumento alarmante en el número de casos en los que los gobiernos están obviando el debido proceso sin presentar acusación alguna. En 39 casos, más de un cuarto del censo total, las autoridades no han hecho públicas las acusaciones. La táctica está siendo utilizada en países tan distintos como Eritrea, Irán y Estados Unidos.
Sin la protección legal de una acusación formal o un juicio, por lo menos 20 de estos periodistas están detenidos en lugares secretos. Muchos están bajo custodia del gobierno eritreo, que se ha negado a confirmar si sus presos continúan con vida. Informes de Internet no confirmados indican que tres de los periodistas encarcelados en Eritrea han muerto bajo custodia. El CPJ continúa incluyendo a estos periodistas dentro de su censo de 2009 como una forma de hacer al gobierno eritreo responsable de su destino.
El número de periodistas encarcelados en China ha disminuido en los últimos años, aunque con 24 periodistas en prisión, éste país continúa siendo el mayor carcelero de periodistas en el mundo. De los periodistas detenidos en China, 22 son freelance. Los detenidos incluyen a Dhondup Wangchen, un documentalista quien fue arrestado en 2008 después de grabar material en el Tíbet y enviarlo a colegas en el exterior. Un film de 25 minutos titulado “Jigdrel” (Dejando atrás el miedo), producido con su metraje, muestra a tibetanos ordinarios hablando de sus vidas bajo el dominio chino. Funcionarios en Xining, en la provincia de Qinghai, acusaron al cineasta de incitar al separatismo.
La mayoría de los presos en Irán, el segundo país con más periodistas presos, fueron detenidos durante la embestida post-elecciones del gobierno contra la disidencia y la prensa. De éstos, casi la mitad son periodistas de Internet. Incluyen a Fariba Pajooh, reportera freelance para medios en línea, radios y diarios. Radio Francia Internacional informó que fue acusada de “propagar en contra del régimen” y presionada a realizar una confesión falsa.
“No hace mucho, Irán contaba con una comunidad periodística vigorosa y vital”, agregó Simon del CPJ. “Cuando el gobierno embistió contra la prensa escrita, los periodistas migraron hacia el periodismo en línea y alimentaron el nacimiento de la blogosfera farsi. Hoy, muchos de los mejores periodistas iraníes están en la cárcel o en el exilio, y el debate público, al igual que el movimiento en favor de la democracia, ha sido pisoteado”.
Cuba, el tercer país con más periodistas detenidos, tiene a 22 escritores y editores en sus cárceles. Con la excepción de dos, todos fueron capturados durante la embestida masiva de Fidel Castro contra la prensa independiente en 2003. Muchos han visto deteriorar su salud en las condiciones inhumanas y antihigiénicas de las prisiones. Los detenidos incluyen a Normando Hernández González, quien sufre de enfermedades cardiovasculares y problemas tan graves en las rodillas que hasta levantarse resulta difícil. Hernández González fue hospitalizado dentro de una cárcel a finales de octubre.
Eritrea, con 19 periodistas encarcelados el 1 de diciembre, es el cuarto país en la lista. Las autoridades eritreas han arrestado no solamente a reporteros independientes sino también a sus propios periodistas oficiales. El gobierno detuvo a seis periodistas oficiales a principios de 2009 bajo sospecha de haber proporcionado información a organizaciones de noticias y sitios Web en el extranjero.
Con nueve periodistas en la cárcel, Myanmar está en el quinto lugar de la lista. Entre los reporteros bajo custodia se encuentra el periodista de vídeo conocido públicamente como “T”, quien informó para la organización mediática La Voz Democrática de Myanmar, radicada en Oslo, y ayudó a filmar el documental “Huérfanos del Ciclón en Myanmar”. Practicar periodismo es tan riesgoso en Myanmar, uno de los países con más censura, que reporteros secretos como “T” son un canal esencial para el resto del mundo.
Las naciones euroasiáticas de Uzbekistán y Azerbaiján se sitúan en sexto y séptimo lugar en la lista del CPJ. Uzbekistán tiene a siete periodistas detenidos, entre quienes figura Dilmurod Saiid, un periodista freelance quien expuso abusos gubernamentales en la agricultura. Azerbaiján tiene arrestados a seis reporteros y editores, incluyendo al periodista de investigación Eynulla Fatullayev, galardonado en 2009 con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ. Un séptimo periodista azerbaijano preso murió bajo custodia en agosto, luego de haber sido negado atención médica adecuada.
A continuación se describen otras tendencias y detalles que surgieron a partir del análisis del CPJ:
- Casi el 47 por ciento de los periodistas incluidos en el censo están detenidos bajo supuestos delitos contra el Estado, como subversión, divulgación de secretos de Estado y actuación en contra de los intereses nacionales, según las investigaciones del CPJ. Muchos de ellos están detenidos por los gobiernos de China, Irán y Cuba.
- En casi el 12 por ciento de los casos, los gobiernos han utilizado una variedad de acusaciones no relacionadas con el periodismo para tomar represalias contra escritores, editores y fotoperiodistas críticos. Dichas acusaciones van desde violaciones de reglas a posesión de drogas. En los casos incluidos en este censo, el CPJ determinó que las acusaciones muy probablemente se interpusieron en represalia por la labor del periodista.
- Violaciones de reglas de censura, la siguiente acusación más común, se utiliza en el 5 por ciento de los casos aproximadamente. Acusaciones penales por difamación, informar noticias “falsas”, y participar en insultos étnicos o religiosos hacen parte del resto de acusaciones presentadas contra los periodistas que aparecen en este censo.
- Internet y la prensa escrita representan la mayoría de este censo. Los periodistas radiales son la siguiente categoría profesional con más representación, con el 7 por ciento de los casos. Periodistas de televisión y documentalistas representan cada uno 3 por ciento del total de periodistas encarcelados.
- La cuenta mundial de 136 periodistas encarcelados refleja un aumento del 9 por ciento respecto a 2008 y representa el tercer número más alto registrado durante la última década por el CPJ. (El pico máximo de la década fue en 2002 cuando el CPJ registró 139 periodistas en la cárcel).
- Estados Unidos, que mantiene detenido al fotógrafo freelance Ibrahim Jassam sin acusaciones en Irak, figura por sexto año consecutivo en de la lista de países que encarcelan a periodistas elaborada por el CPJ. Durante este período, las autoridades militares estadounidenses han arrestado a varios periodistas en Irak—algunos por días y otros por meses a la vez—sin que se presenten acusaciones en su contra ni debido proceso. Las autoridades estadounidenses parecen haber usado esta táctica con menor frecuente durante los últimos dos años.
El CPJ considera que los periodistas no deben ser encarcelados por hacer su trabajo. La organización envió cartas expresando nuestra intensa preocupación a cada uno de los países que tienen a un periodista en la cárcel. Durante el último año, el trabajo del CPJ ayudó a lograr la liberación de por lo menos 45 periodistas que estaban encarcelados.
La lista del CPJ es un recuento de aquellos periodistas encarcelados hasta la medianoche del primero de diciembre del 2009. No incluye a muchos periodistas presos y liberados durante el año; el detalle de esos casos puede encontrarse en www.cpj.org. Los periodistas permanecen en la lista del CPJ hasta que la organización determine con certeza razonable que han sido libertados o murieron en custodia.
Los periodistas que desaparecen o son secuestrados por entidades no estatales, incluyendo a bandas criminales, grupos rebeldes o militantes, no están incluidos en la lista de reporteros encarcelados. Sus casos son clasificados como “desaparecidos” o “secuestrados”. Detalles de esos casos están disponibles en el sitio Web del CPJ.