Nueva York, 11 de enero del 2007—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) condena los ataques de manifestantes y policías contra por lo menos 11 reporteros, fotógrafos y camarógrafos bolivianos mientras cubrían protestas violentas el lunes en la ciudad central de Cochabamba.
Miles de manifestantes—incluidos miembros del partido izquierdista gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), sindicatos y grupos indígenas—se tomaron las calles para pedir la renuncia del prefecto local Manfred Reyes Villa, según la prensa boliviana e internacional. El prefecto, aliado a la oposición conservadora, anunció la semana pasada que convocaría a un referéndum para preguntar a la población si quiere darse un gobierno autónomo en el departamento de Cochabamba, informó la prensa.
Manifestantes incendiaron oficinas gubernamentales al igual que vehículos privados y de la policía en Cochabamba, a 230 kilómetros (140 millas) al sur-oriente de La Paz, según informes de prensa. La policía local disparó granadas de gas lacrimógeno y balines mientras que los manifestantes respondieron con piedras y palos. Treinta y un personas resultaron heridas durante los choques, informó The Associated Press. Informes de prensa y fuentes del CPJ indicaron que por lo menos 11 periodistas fueron agredidos. Algunos de los periodistas fueron blanco de los manifestantes y de las fuerzas de seguridad; otros se encontraron en medio de fuego cruzado.
“Condenamos estos ataques contra nuestros colegas en Cochabamba”, señaló el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Instamos a las autoridades bolivianas a proporcionar la protección necesaria para que los periodistas puedan hacer su trabajo y a responsabilizar a todos los responsables por la violencia del lunes contra la prensa”.
Cuatro periodistas de la estación local Univalle Televisión—los camarógrafos Víctor Cabezas y Alfredo Orellana y los reporteros María Elena Soria y Limbert Sánchez—fueron atacados por manifestantes en la plaza central de la ciudad, donde los choques más violentos tuvieron lugar, Sánchez manifestó al CPJ. Orellana fue hospitalizado durante dos días con heridas en la cabeza; Cabezas, quien fue lastimado con una piedra, y Sánchez, quien fue golpeado con palos, sufrieron heridas leves. Los manifestantes arrebataron el equipo a Orellana y el micrófono a Soria, indicó Sánchez.
Sánchez señaló al CPJ que manifestantes armados con palos también golpearon a Cristian Rivero, un reporteo para el canal nacional de televisión Bolivisión. Según Sánchez, manifestantes amenazaron a Elizabeth Paravisini, fotógrafa del diario local Los Tiempos, y le confiscaron su cámara.
Manifestantes acusaron a los periodistas de ser parcializados en contra del gobierno del Presidente Evo Morales, ex cocalero elegido hace 13 meses, indicó Sánchez al CPJ. Una cantidad de medios de comunicación bolivianos están controlados por compañías vinculadas a la oposición conservadora. Morales ha acusado a la prensa boliviana de alinearse con fuerzas antigubernamentales, y ha llegado hasta a llamar a miembros de la prensa sus enemigos más grandes.
El reportero local de radio Efraín Gutiérrez de la estación radicada en Cochabamba La Chiwana fue agredido por miembros del personal de seguridad del prefecto, Sánchez señaló al CPJ. Los agresores acusaron a Gutiérrez de dar informaciones unilaterales y le abrieron una herida en una oreja, indicó Sánchez. Jorge Abregó, fotógrafo para la agencia de prensa Fides, Efraín Muñoz, corresponsal local para la Agencia Boliviana de Información (ABI) y Noé Portugal, fotógrafo del diario Los Tiempos, resultaron heridos por las granadas de gas lacrimógeno y los balines de la policía, según informes de ABI. Representantes de ABI y de Los Tiempos confirmaron hoy los ataques durante entrevistas con el CPJ.
Según ABI, agresores no identificados atacaron también al fotógrafo independiente Raúl Guevara y le arrebataron su cámara.