Nueva York, 22 de noviembre del 2006—Roberto Marcos García, un reportero para la revista de Veracruz Testimonio y corresponsal local para la revista de Ciudad de México Alarma, fue asesinado ayer en el sur de México. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está investigando posibles relaciones entre el asesinato de García y su periodismo.
García, quien viajaba de Veracruz a la ciudad de Alvarado en su motocicleta, fue atropellado por un vehículo con placas de Ciudad de México a la 1 p.m. cerca al pueblo La Matoza, informó la prensa mexicana. Cuando García se encontraba en el suelo, agresores no identificados le dispararon dos veces en la cabeza y por lo menos cuatro veces en el torso, según informes de prensa y una fuente del CPJ.
Marco Antonio Aguilar Yunes, subprocurador de Justicia del estado de Veracruz, indicó al canal de noticias radicado en Estados Unidos, Univisión, que las autoridades habían encontrado balas de por lo menos dos armas diferentes en la escena del crimen y que habían recuperado el vehículo de los agresores. Aguilar señaló que la policía aún no ha determinado el móvil del crimen.
García había informado durante 13 años sobre crimenes violentes y tráfico de drogas en Veracruz, un colega indicó al CPJ. En el último informe de García, publicado una semana antes de su muerte en la publicación bimensual Testimonio, el periodista detalló las actividades de una banda de ladrones que robaban bienes importados al puerto de Veracruz, señaló su colega. Otros periodistas de Veracruz indicaron que García había recibido amenazas de muerte a su teléfono celular.
“Estamos entristecidos por el asesinato de nuestro colega Roberto Marcos García y muy preocupados por la serie de ataques asesinos contra la prensa mexicana este año”, indicó el Director Ejecutivo del CPJ Joel Simon.
Investigaciones del CPJ indican que otros cinco periodistas han sido asesinados en México este año. CPJ ha confirmado que la muerte de uno de los cinco periodistas caídos está conectada con su trabajo periodístico. El CPJ sigue investigando la muerte de los otros cuatro periodistas.