Nueva York, 21 de abril del 2005 – El fotógrafo Julio Augusto García Romero falleció la noche del martes último, después de haber inhalado gases lacrimógenos cuando cubría una protesta en el centro de Quito, la capital ecuatoriana.
La manifestación de protesta contra el depuesto presidente Lucio Gutiérrez se dirigía hacia el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, cuando la policía activó cañones de agua y disparó gases lacrimógenos a los manifestantes. García Romero, de 58 años de edad y de origen chileno, estaba tomando fotografías de los hechos cuando se cayó en el suelo, informó el diario de Guayaquil El Universo. El periodista fue trasladado de inmediato a la sede de la Cruz Roja en Quito, donde llegó con síntomas de asfixia. Posteriormente cayó en un paro cardiorrespiratorio y fue llevado a un hospital cercano, donde lo declararon fallecido, según Jonny Franco, portavoz de la Cruz Roja ecuatoriana.
García Romero trabajaba para la pequeña agencia de noticias chilena La Bocina, según El Universo. Fuentes locales declararon al CPJ que el periodista también trabajaba para el semanario Punto de Vista. Había vivido más de 20 años en Ecuador.
Las protestas en la capital se intensificaron a partir del 1 de abril, cuando magistrados de la Corte Suprema —nombrados por Gutiérrez y sus aliados en el Congreso—desestimaron acusaciones por corrupción contra dos ex presidentes y un ex vicepresidente. En un intento por calmar la situación, Gutiérrez decretó el estado de emergencia el 15 de abril y ordenó la disolución de la Corte Suprema.
En el día de ayer, las Fuerzas Armadas ecuatorianas le retiraron el apoyo a Gutiérrez y legisladores opositores votaron para destituirlo del cargo. Los diputados luego juramentaron como mandatario al vicepresidente de Gutiérrez, Alfredo Palacio. Gutiérrez se refugió en la embajada de Brasil en Quito y solicitó asilo político, según noticias divulgadas por la prensa local.