Trasladan a varios otros a La Habana; muchos continúan encarcelados

Nueva York, 29 de noviembre del 2004—Al menos uno de los 27 periodistas cubanos encarcelados desde una ofensiva que el gobierno emprendió en el 2003 contra la prensa independiente, ha recibido una licencia extrapenal por motivos de salud, y varios otros han sido trasladados al hospital de una prisión en La Habana. CPJ hizo un llamado a las autoridades cubanas a que liberen a todos los periodistas encarcelados.

Oscar Espinosa Chepe, quien padece de varias enfermedades, relató al CPJ que en la mañana de hoy le otorgaron la licencia extrapenal. Espinosa Chepe, quien estaba preso en el hospital de la prisión Combinado del Este, aseguró que las autoridades le advirtieron que lo enviarían de vuelta a la prisión si reincidía en los mismos delitos.

“Saludamos la liberación de Oscar Espinosa Chepe y nos alegra que pueda estar de nuevo junto a su familia”, declaró Ann Cooper, Directora Ejecutiva del CPJ. “Pero más de dos docenas de periodistas continúan en las cárceles injustamente, por el único delito de realizar su trabajo. Reiteramos nuestro llamado a las autoridades cubanas a que liberen inmediatamente y sin condiciones a todos los periodistas presos y a que se les permita trabajar libremente”.

Aunque algunos despachos periodísticos informaron que un segundo periodista, Edel José García, había recibido una licencia extrapenal por motivos de salud, su familia indicó que no habían tenido ninguna confirmación oficial al respecto y continuaban solicitando información a las autoridades cubanas.

Al menos otros seis periodistas han sido llevados a hospitales penitenciarios de La Habana, aunque se desconoce si van a ser liberados y en qué condiciones. Debido a que la noticia de los traslados se difundió después de que el gobierno cubano anunciara la reanudación de contactos diplomáticos formales con España, se ha especulado que la posible liberación de periodistas y disidentes podría formar parte de negociaciones entre los gobiernos cubano y español con vistas a la normalización de las relaciones entre Cuba y la Unión Europea.

Los periodistas Pedro Argüelles Morán, Pablo Pacheco Ávila y Jorge Olivera Castillo fueron trasladados el 26 de noviembre al hospital del Combinado del Este, donde les realizaron un chequeo médico, según Margarito Broche, activista opositor que los acompañaba. Broche recibió hoy una licencia extrapenal por motivos de salud por período de un año.

José Ubaldo Izquierdo y Omar Ruiz Hernández también fueron trasladados el 26 de noviembre al hospital del Combinado del Este, según familiares de otros periodistas presos. El periodista Raúl Rivero, quien este año recibió por parte de la UNESCO el prestigioso premio mundial a la libertad de prensa Guillermo Cano, fue trasladado el mismo día de una prisión en la central provincia de Ciego de Ávila al Hospital Militar Carlos J. Finlay de La Habana, según versiones de prensa.

De conformidad con el Código Penal cubano, los tribunales y el Ministerio del Interior tienen facultad discrecional para otorgar la licencia extrapenal durante el tiempo “que se considere necesario”. En junio del 2004, las autoridades cubanas concedieron una licencia extrapenal por motivos de salud al periodista preso Carmelo Díaz Fernández y lo enviaron a casa. Antes de liberarlo, le advirtieron que si se ponía bien de salud o no tenía una “buena conducta”, sería remitido de nuevo a la prisión.

También en el mes de junio, el periodista Manuel Vázquez Portal, galardonado en el 2003 con uno de los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa del CPJ, fue liberado sin recibir explicación. El día de su liberación, oficiales de la Seguridad del Estado le sugirieron que abandonara el país. En octubre, Vázquez Portal finalmente recibió un documento donde constaba que le habían otorgado una licencia extrapenal por motivos de salud.

Con 26 periodistas presos, Cuba continúa siendo uno de los países líderes en esta categoría, sólo superada por China. Los periodistas han estado encarcelados desde marzo del 2003, cuando el gobierno cubano los arrestó mientras la atención del mundo se centraba en la guerra de Iraq. En abril del 2003, los periodistas fueron sometidos a juicios sumarios a puerta cerrada y sentenciados a penas de prisión que oscilan entre los 14 y los 27 años.

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