MÉXICO: Autoridades federales se hacen cargo de la investigación sobre asesinato de periodista

Nueva York, 23 de agosto del 2004—Autoridades federales mexicanas han asumido el control de la investigación sobre el asesinato del periodista Francisco Javier Ortiz Franco, luego de encontrar indicios de que el crimen está vinculado con el crimen organizado.

El 22 de junio, asaltantes no identificados en la ciudad de Tijuana, estado de Baja California, balearon a Ortiz Franco, abogado y editor del semanario de Tijuana Zeta.

En una conferencia de prensa en Tijuana el 18 de agosto, José Luis Vasconcelos, Subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia de la Procuraduría General de la República (PGR), y el Procurador General de Justicia de Baja California, Antonio Martínez Luna, señalaron que el arresto de varios sospechosos condujo a información que vincula el asesinato de Ortiz Franco con el cartel de la droga de los Arellano-Félix, según noticias de la prensa internacional.

Sin ofrecer nombres o detalles de los sospechosos, Vasconcelos indicó que los procuradores federales están ahora a cargo de la investigación. A pesar de que los procuradores estatales generalmente investigan casos de asesinato en México, las autoridades federales pueden asumir el control del caso si la muerte está relacionada con el crimen organizado.

“En este momento, preferimos no pronunciar ningún nombre porque complicaría las investigaciones”, dijo Vasconcelos, según declaraciones recogidas en medios de prensa. “Tenemos evidencia sólida y suficiente para establecer la probable responsabilidad de sujetos específicos, algunos ya arrestados y otros próximos a detenerse”, expresó a los periodistas durante la conferencia de prensa.

Martínez Luna sostuvo que cuatro secuestradores y sicarios detenidos recientemente, que forman parte del cartel de los Arellano-Félix, suministraron información vinculando el asesinato de Ortiz Franco con el narcotráfico.

“Dos meses después del asesinato de Ortiz Franco, nadie ha sido acusado por el crimen”, dijo la Directora Ejecutiva del CPJ Ann Cooper. “Las autoridades federales tienen ahora la responsabilidad decisiva de conducir una investigación exhaustiva y terminar con el clima de impunidad en la frontera entre México y Estados Unidos procesando a los asesinos”.

Antecedentes
El 22 de junio, Ortiz Franco había acabado de salir de una clínica de rehabilitación física con sus dos hijos cuando hombres enmascarados se acercaron a su auto y le dispararon cuatro veces en la cabeza y el cuello. Ortiz Franco murió en el lugar pero sus hijos resultaron ilesos.

Uno de los fundadores de Zeta en 1980, Ortiz Franco redactaba los editoriales y participó en numerosas investigaciones periodísticas. Además, era miembro de un grupo de trabajo conformado por el gobierno mexicano y la Sociedad Interamericana de Prensa que tenía como objetivo revisar las investigaciones oficiales relativas a los asesinatos de Héctor Félix Miranda, cofundador de Zeta, y Víctor Manuel Oropeza, columnista del Diario de Juárez.

Desde la muerte de Ortiz Franco, Zeta ha conducido su propia investigación sobre el asesinato. El director de Zeta J. Jesús Blancornelas señaló que el semanario cree que el asesinato se produjo en represalia al trabajo periodístico de Ortiz Franco. Blancornelas sugirió que narcotraficantes estarían detrás del asesinato.

Durante años, Zeta ha dado amplia cobertura informativa a la corrupción y el narcotráfico en Tijuana y ha recibido numerosas amenazas por sus reportajes, merecedores de premios.

En noviembre de 1997, el cartel de Tijuana hirió a Blancornelas, en un atentado en el que murió Luis Valero Elizalde, amigo y guardaespaldas del director de Zeta. En abril de 1988, Miranda fue abatido por dos hombres que habían trabajado de guardias de seguridad en un hipódromo propiedad de Jorge Hank Rhon, un influyente empresario y político quien fue elegido alcalde de Tijuana el 1 de agosto.

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