Bogotá, 11 de marzo de 2002 — Siete periodistas que han dado cobertura informativa a sonadas investigaciones criminales para los principales medios de comunicación colombianos recibieron amenazas de muerte y se les dio tres días para salir del país.
En un mensaje mecanografiado en un sufragio utilizado por los católicos para pedir oraciones por los difuntos, se acusó a los periodistas de ser «chismosos hijueputas que con sus mentiras hicieron joder por la Fiscalía gente nuestra». La primera carta fue recibida por RCN Televisión el 1 de marzo, mientras que Caracol Televisión recibió una carta idéntica tres días después. La Fiscalía está investigando las amenazas, señaló la portavoz del organismo Carolina Sánchez.
Los periodistas amenazados son Jairo Lozano, reportero del diario El Tiempo; Juan Carlos Giraldo, corresponsal principal de RCN Televisión; Julia Navarrete, corresponsal de Caracol Televisión; Jairo Naranjo, corresponsal de RCN Radio; Hernando Marroquín, corresponsal de Caracol Radio; Marylin López, corresponsal de Noticias Uno; y José Antonio Jiménez, antiguo corresponsal de TV Hoy, el cual cesó sus labores recientemente.
El mensaje, del cual el CPJ obtuvo una copia, advertía que los periodistas y sus familias serían considerados «objetivo militar» si no abandonaban el país en 72 horas, y estaba firmado por el «Comando Muerte» e incluía una imagen de Jesús.
«Numerosos periodistas colombianos han sido asesinados después de ser objeto de amenazas», declaró Ann Cooper, directora ejecutiva del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). «Por lo tanto hacemos un llamado a las autoridades colombianas a que hagan todo lo que esté a su alcance para proteger a estos periodistas e investigar a fondo las amenazas con el fin de que los autores puedan ser procesados».
En entrevistas con el CPJ, cuatro de los siete periodistas atribuyeron las amenazas a una organización criminal pero declinaron dar más detalles. No se pudo localizar a los demás periodistas para que ofrecieran sus declaraciones al respecto.
«Esta gente es peligrosa», acotó Giraldo, quien da cobertura informativa al área judicial para RCN Televisión.
Los siete periodistas habían seguido sonadas investigaciones sobre el narcotráfico para sus medios noticiosos. La carta que llegó a Caracol Televisión el 4 de marzo estaba dirigida a Navarrete, quien da cobertura informativa a la labor de la Fiscalía. La periodista, quien anteriormente había recibido cuatro amenazas, atribuye un leve infarto que sufrió el mes pasado al estrés relacionado con el trabajo.
Horas después de abrir la carta, cuando Navarrete se dirigía de su oficina en Bogotá a su casa en un auto de la empresa y acompañada de un chofer, un vehículo con las luces largas aceleró y la siguió a corta distancia. El agresor huyó a toda velocidad luego de que el chofer de Navarrete se detuvo en un punto de control de la policía.
«Estábamos en estado de pánico», sostuvo Navarrete, quien piensa salir del país por lo menos por un mes.
El Programa de Protección a los Periodistas y Comunicadores Sociales del Ministerio del Interior ha asignado guardaespaldas a los periodistas. Por lo menos tres periodistas permanecen ocultos en Colombia.
FIN