Nueva York, 27 de marzo de 2001 — El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) se encuentra sumamente preocupado por el reciente asesinato de Saúl Antonio Martínez Gutiérrez, subdirector del diario El Imparcial, con sede en Matamoros, estado de Tamaulipas.
El CPJ investiga el crimen para determinar si Martínez Gutiérrez fue asesinado con motivo de su labor profesional.
Cerca de las 4:30 p.m. del 24 de marzo, según informes de la prensa local, el cadáver de Martínez Gutiérrez fue hallado en el asiento trasero de su Ford Explorer en el municipio de Río Bravo, cerca de la frontera de Tamaulipas con Texas. El periodista había recibido cuatro disparos a la cabeza, estilo ejecución, con un revólver calibre 9 mm. Su cuerpo presentaba hematomas, lo cual sugiere que lo habían torturado.
Martínez Gutiérrez era hijo de Gonzalo Martínez Silva, director y propietario de El Imparcial. Martínez Silva dijo al CPJ que la última vez que se supo de su hijo fue alrededor de las 11:00 p.m. del 23 de marzo, cuando el hijo llamó por teléfono a uno de los reporteros del diario.
Al ver que el periodista faltó al trabajo la mañana siguiente, Martínez Silva se puso en contacto con las autoridades locales. Él cree que su hijo fue ejecutado por narcotraficantes de Matamoros debido a los artículos sobre narcotráfico publicados en El Imparcial. Además, sostuvo que su hijo había recibido amenazas, pero que no les hizo caso.
Según las autoridades locales, la Policía Ministerial también investiga la posibilidad de que el crimen se haya debido a los reportajes de El Imparcial acerca del tráfico de inmigrantes y la corrupción oficial.
En una carta enviada hoy al procurador general de Tamaulipas Eduardo Garza Rivas, el CPJ lo exhortó a investigar el crimen y enjuiciar a los responsables. El CPJ también señaló que la mayoría de los ataques cometidos contra periodistas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México se han cometido con impunidad.
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