Ataques a la Prensa en 2000: ANTIGUA Y BARBUDA

ANTIGUA Y BARBUDA
EN UN PAÍS DONDE EL GOBIERNO CONTROLA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, el año concluyó con dos sucesos contradictorios. Tras ganar una batalla judicial de cuatro años, se anticipaba la salida al aire de la primera estación de radio independiente del país. Sin embargo, la Corte Superior le impidió a un semanario seguir informando sobre un escándalo de beneficios médicos que el semanario había revelado en septiembre.

La familia del primer ministro Lester B. Bird controla desde hace tiempo la prensa audiovisual de Antigua y Barbuda. Winston y Samuel Derrick, director y propietario, respectivamente, del The Daily Observer, se disponían a poner fin a ese monopolio en 1996, cuando lanzaron una estación de radio privada. Sin embargo, al día siguiente del inicio de transmisiones, la radio fue cerrada por operar sin licencia. El 14 de noviembre del 2000 el Privy Council, el tribunal a cargo de las apelaciones en la Mancomunidad Británica de Naciones, emitió un fallo verbal en respaldo de los hermanos Derrick.

Dos semanas después, la policía de Antigua devolvió los equipos que había confiscado cuatro años antes. Winston Derrick dijo al CPJ que él y su hermano anticipaban poder empezar a transmitir a comienzos del 2001.

Después de que el semanario Outlet publicó una serie de artículos en los que denunciaba una grave malversación de fondos públicos en el sistema nacional de salud, el ministro de Salud y Asuntos Interiores Sam Aymer pidió a la Corte Superior que emitiera un recurso judicial contra el diario. El 17 de noviembre, este tribunal emitió el recurso sin escuchar los argumentos de Outlet. La medida ex parte le impedía al semanario hacer referencia alguna a lo que había reportado sobre el escándalo.

Aymer afirmó que su intención era demandar a Outlet por difamación. Pero el anuncio podría haber sido elaborado para dejar que el recurso judicial siguiera en efecto indefinidamente, según el propietario de Outlet, Tim Hector. Hector señaló que un recurso judicial presentado hace siete años, a raíz de denuncias publicadas por Outlet sobre casos de negligencia médica, seguía en efecto sin que jamás se hubiera producido una demada por difamación. Outlet presentó una apelación ante el más reciente recurso, pero esta fue rechazada el 20 de diciembre. La publicación entonces apeló a la Corte Suprema de la Organización de Estados del Caribe Oriental, la última instancia antes del Privy Council. Hector esperaba que el caso fuera ventilado en enero del 2001.

Exit mobile version