Enemigos de la Prensa 2000


EXHIBIENDO A LOS TIRANOS DE LA PRENSA: CPJ SEÑALA A…
LOS 10 PEORES ENEMIGOS DE LA PRENSA
en el Día Mundial de la Libertad de Prensa
   
[CPJ HOME PAGE]    [ENEMIES OF THE PRESS 1999]
   
Nueva York, 3 de mayo de 2000 – El Comité para Proteger a los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) publicó hoy su listado anual de los Diez Peores Enemigos de la Prensa, con la finalidad de exigir que rindan cuentas aquellos cuyas acciones los hacen personalmente responsables por las
condiciones abismales entorno a la prensa en sus países. Foday Sankoh de Sierra Leona, Ayatollah Ali Khamenei del Irán y Slobodan Milosevic de Yugoslavia encabezan el listado de este año.

Sankoh es dirigente del Frente Unido Revolucionario (RUF), movimiento rebelde que puso en sus miras a los periodistas para asesinarlos durante la guerra civil de su país. Khamenei, como supremo dirigente del Irán, ha fomentado un ambiente anti-reformista que culminó en las dramáticas clausuras de 16 publicaciones en la última semana. Milosevic vuelve a integrar el listado por segundo aco consecutivo, al proseguir con su campaña concertada para destruir a la prensa independiente de su país.

CPJ también colocó al presidente de Kazajestán, Nursultan Nazarbaiev, y al presidente de Angola, José Eduardo dos Santos, entre las filas de los peores enemigos de la prensa en el mundo. A ellos se unen Alberto K. Fujimori del Perú y Mahathir Mohamad de Malasia, cada uno de ellos por segunda vez consecutiva, así como los transgresores reincidentes: el presidente Zine al-Abdine Ben Ali de Túnez (tres años), el presidente Jiang Zemin de China (cuatro años) y el presidente Fidel Castro de Cuba (seis años).

“Estos enemigos de la prensa utilizan métodos que van desde la tortura descarada y el asesinato hasta las técnicas más sutiles destinadas a evitar que salgan a luz verdades que pudieran incomodar”, declaró Ann Cooper, Directora Ejecutiva del CPJ. “En Yugoslavia e Irán, las amenazas son tan severas que los medios independientes están en grave peligro de extinguirse en un futuro cercano. En otros lugares, en China y en Cuba, las voces de oposición han utilizado tecnologías nuevas para esquivarse las restricciones, lo cual a su vez ha dado lugar a nuevas represalias de parte de aquellos dirigentes que se han empecinado en controlar la información”.

   
ENEMIGOS DE LA PRENSA, 2000
Foday Sankoh, dirigente del Frente Unido Revolucionario, Sierra Leona

Las fuerzas rebeldes del RUF, de Sankoh, junto con sus aliados del Concilio Revolucionario de las Fuerzas Armadas (AFRC), pusieron en sus miras a los periodistas, a quienes calificaron de “enemigos” en el conflicto civil que arrasó con Sierra Leona durante ocho años. En el lapso de una ocupación sangrienta de la capital, Freetown, en enero de 1999, las fuerzas rebeldes ejecutaron a por lo menos ocho periodistas, algunos junto a sus familias, antes de ser derrocados por las fuerzas de paz del África occidental, jefaturadas por Nigeria. En total, fueron asesinados diez periodistas en Sierra Leona en 1999 por su trabajo. Pese a su larga trayectoria de violaciones a los derechos humanos y atrocidades, a Sankoh se le integró al gobierno en los acuerdos de paz mediatizados por la ONU el año pasado. Como jefe del Comité de Manejo Estratégico de los Recursos Minerales, éste rinde cuentas solamente al presidente Ahmad Tejan Kabbah. Las probabilidades de que Sankoh y su organización algún día enfrenten acusaciones por su campaña mortífera contra los periodistas son bajas.

Ayatollah Ali Khamenei, supremo dirigente de Irán

En la teocracia de Irán, en la que Khamenei ejerce tremenda influencia sobre instituciones claves, y en particular sobre la rama judicial, este dirigente “de línea dura” ha presidido una represión sin tregua de una prensa pro-reforma que día a día se multiplica. En los últimos dos años, los juzgados han enjuiciado y encarcelado a periodistas abiertamente críticos a un paso alucinante. Este abril recién pasado, después de que Khamenei pronunciara un discurso incendiario, la rama judicial del Irán clausuró a 16 publicaciones en menos de una semana, diezmando así a la prensa reformista. En su discurso, Khamenei hizo esta acusación: “Hay periódicos aquí cuya única finalidad es crear tensión y hacer que la gente se vuelva cínica hacia el régimen… Parece que hay 10 o 15 periódicos guiados desde un solo centro; sus titulares son similares… Insultan a las instituciones oficiales…” A los pocos días, estas publicaciones fueron clausuradas.

Slobodan Milosevic, presidente de Yugoslavia

Las autoridades intensificaron su represión de los medios serbios independientes, mediante ataques casi a diario a las libertades de prensa durante los primeros meses de 2000. Se desató una ola de ataques sin precedente a periódicos y radioemisoras en todo el país luego que el primer ministro designado serbio, Vojislav Seselj, lanzara en febrero comentarios corrosivos contra la prensa Vojislav Seselj. Clausuraron radioemisoras y canales de televisión, y dañaron y destruyeron equipos. Allanaron salas de redacción de noticias, y hubo persecuciones y multas astronómicas en perjuicio de algunos presidentes de periódicos. Varias organizaciones de medios de comunicación independientes y de oposición fueron clausuradas bajo la notoria Ley de Información de Serbia. Muchas más enfrentas clausuras como resultado de los esfuerzos permanentes de Milosevic por acallar a todas las voces de oposición.

Jiang Zemin, presidente de China

La abismal trayectoria de China en el área de la libertad de prensa va de mal en peor. El gobierno tiene el control absoluto de todos los medios de comunicación domésticos, y hace caso omiso de las normas internacionales de libertad de expresión. A principios de año, estaban encarcelados 18 periodistas chinos, seis de ellos convictos en 1999 por su uso de la Red. Actualmente, al mismo tiempo que Jiang impulsa a China hacia una participación mayor en la economía mundial de la alta tecnología, continúa utilizando a la policía secreta de su país para vigilar a la Red. Bajo reglamentos nuevos emitidos este año, se puede encarcelar a cualquier persona a quien se le halle culpable de transmitir “secretos de estado”, mal definidos, por la red.

Zine al-Abdine Ben Ali, presidente de Túnez

Durante sus 12 años de régimen autoritario, Ben Ali ha hincado a la rensa de Túnez mediante las clausuras de periódicos, la persecución de los reporteros, presiones económicas en perjuicio de ciertas publicaciones, e intimidación por las fuerzas de seguridad. En años recientes, los pocos periodistas que se atrevían a desafiar a las autoridades han sido blancos de retribución veloz: se les ha despedido de sus empleos y negado su acreditación; se les ha impuesto vigilancia policíaca, sus líneas de teléfono han sido cortadas, o se les ha prohibido salir del país. Mientras, la maquinaria de propaganda de Ben Ali desvergonzadamente intenta retratar al caudillo como bravío defensor de la democracia.

Nursultan Nazarbaiev, presidente de Kazakhstan

Pese a que Nazarbaiev prometió libertad de prensa cuando su país se independizó en 1991, el cercamiento que mantiene este presidente sobre la información ahora recuerda a la época del régimen soviético. Durante la campaña de reelección de Nazarbaiev en 1999, las autoridades gubernamentales entablaron demandas criminales contra varios medios de comunicación independientes, acusándolos de “abusos de la libertad de prensa”. Después de la elección, a algunos périódicos privados se les multó bajo cargos de difamación, se les ordenaron auditorías, y se les clausuró. Al periódico de oposición 21st Century, que sufrió un ataque de bomba incendiaria en septiembre de 1998, se le ha obligado ahora a convertirse en publicación clandestina, junto con otros periódicos que no han podido publicarse debido al control gubernamental de las máquinas de impresión. Nazarbaiev se adjudica el crédito por haber “privatizado” medios de comunicación que anteriormente fueron administrados por el estado, pero omite mencionar que la mayoría de los medios privatizados fueron comprados a puerta cerrada por sus aliados íntimos, incluídos su hija y su yerno.

Fidel Castro, presidente de Cuba

El gobierno de Castro prosigue con sus ataques al periodismo independiente mediante las interrogaciones y las detenciones de reporteros, la vigilancia e interrupción de sus llamadas telefónicas, las restricciones para que puedan viajar libremente, y los arrestos domiciliarias de rutina para impedir que reporten eventos políticos o religiosos. Después de la Cumbre Iberoamericana realizada el pasado noviembre en La Habana, cuando los reporteros independientes fueron objeto de amplia atención internacional, el gobierno de Castro reprimió aún más a los periodistas locales, quienes ahora están huyendo de Cuba en cantidades sin precedente. Cuatro periodistas independientes siguen tras las rejas, convictos por crímenes tan vagamente definidos como el de la “peligrosidad”, por emitir reportajes críticos del sistema cubano.

José Eduardo dos Santos, presidente de Angola

La libertad de prensa es virtualmente inexistente en este país devastado por la guerra, donde la represión del periodismo independiente va mano a mano con las campañas de desinformación auspiciadas por el gobierno. Bajo la notoria Ley 7/78, dos Santos ha logrado efectivamente que cualquier mención de la organización rebelde UNITA, o de la guerra que lleva ya 25 años, sea calificada de crimen contra la seguridad del estado. La auto-censura es común, y los pocos periodistas que se atreven a llamarle dictador a dos Santos sufren hostigamiento sistemático, tanto legal como físico. Aquellos que son arrestados por “crímenes de la prensa” pueden ser detenidos sin mayores evidencias que las “sospechas”, y acto seguido ser enjuiciados en secreto. Los periodistas frecuentemente sufren palizas a manos de esbirros pro-gobierno, o se les sentencia y se les asestan multas enormes por difamar a los oficiales de gobierno.

Alberto K. Fujimori, presidente de Perú

Fujimori ha arrojado todos los recursos que tiene a mano, incluido su control casi total de las ramas legislativas y judiciales del gobierno, al descalabre de lo que hace tan sólo cinco años fue una prensa floreciente y vigorosa. Su arsenal incluye la vigilancia electrónica, las tácticas difamatorias, y las acusaciones artificiales contra periodistas y publicaciones. La campaña sistemática de Fujimori para destruir a la televisión independiente le dio a su campaña de re-elección una pujante presencia en los medios, mientras en los tabloides y una página de la Red, controlada por allegados al círculo íntimo del presidente, se perfilaba de forma prominente el asesinato de carácter de aquellos periodistas que emitieron reportajes críticos del presidente.

Mahathir Mohamad, primer ministro de Malasia

Mahathir ha gobernado a Malasia durante casi dos décadas, y su longevidad la debe en gran parte a su control de los medios de comunicación. Este año recién pasado “le apretó las tuercas” a la reducida prensa independiente de su país, luego de una elección en la que la oposición logró avances significativos. A cinco periódicos se les amenazó clausurarlos. Al más popular entre ellos, Harakah, se le restringió a publicar bimensualmente, mientras que a su editor y al presidente del mismo se les arrestó por acusaciones de sedición. Por el hecho de que todos los grandes medios de comunicación son propiedad o son controlados por la coalición de gobierno de Mahathir, la Red se usa más y más como fuente de noticias alternativa. Y si por un lado Mahathir se comprometió a no censurar la Red, uno de sus ministros suplentes advirtió que “quizá habrá que concederle al gobierno el derecho de hacer acatarse reglamentos sobre contenido en la Red”.

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