Fuerzas rebeldes de las FARC hostigan a periodistas

Bogotá, 5 de octubre de 2001 — Guerrilleros izquierdistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hostigaron a siete periodistas el 28 de septiembre cuando estos se dirigían a cubrir una marcha de protesta organizada por el candidato presidencial del Partido Liberal, Horacio Serpa.

Ocho combatientes de las FARC erigieron un retén y detuvieron a los periodistas alrededor del mediodía en las afueras del poblado de Balsillas, situado aproximadamente a 200 kilómetros al sur de la capital, Bogotá.

Los periodistas hostigados fueron Víctor Tobar, camarógrafo de Reuters, y su asistente Hélver Viarraga; Angel González, corresponsal de Caracol Televisión, y su camarógrafo Norvei Poloche; César Velandia, corresponsal de RCN Televisión y su asistente Edinson Bautista; y Erica Manchola, corresponsal de TV Hoy.

Los rebeldes dijeron a los periodistas que estaba prohibido filmar en el área y que los comandantes de las FARC habían ordenado detenerlos para garantizar su seguridad. Por lo menos dos guerrilleros habían muerto en los últimos días tras combates entre fuerzas rebeldes y tropas del gobierno. Los combatientes también les dijeron a los periodistas que el camino que transitaban estaba minado a partir de ese punto.

Cuando Tobar trató de irse en su auto, un combatiente de las FARC le apuntó a la cabeza con una pistola mientras los rebeldes desinflaban las llantas de los autos de los periodistas, declaró Tobar al CPJ.

«El CPJ deplora las acciones de las FARC contra estos periodistas», afirmó Ann Cooper, directora ejecutiva del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). «Hacemos un llamado a las fuerzas rebeldes y al gobierno colombiano a que den garantías para que los medios de comunicación puedan ejercer su labor sin temor a la violencia».

Marcha de protesta
Los periodistas habían viajado a la región luego de enterarse de protestas relacionadas con la marcha pacífica de Serpa hacia la zona de despeje controlada por los rebeldes, localizada a menos de kilómetro y medio de Balsillas. Viajando en más de 50 autobuses, Serpa y unos 3000 simpatizantes habían salido de Bogotá el 28 de septiembre y se esperaba que atravesaran la zona al día siguiente.

La caravana arrivó en la zona tarde en la mañana del sábado, pero los guerrilleros de las FARC la obligaron a interrumpir su marcha en el mismo terraplén en las afueras de Balsillas donde habían hostigado a los periodistas. Serpa nunca llegó a San Vicente del Caguán, el principal pueblo de la zona de despeje, donde pensaba dar un discurso de denuncia contra las violaciones de los derechos humanos en el territorio rebelde.

Los periodistas pasaron la noche del viernes cerca del retén, y pudieron filmar la caravana de Serpa el sábado. Alrededor de las 4 de la tarde del sábado, luego de encontrar una bomba de aire, los periodistas se dirigieron de regreso a la cercana ciudad de Neiva, capital del departamento del Huila, donde la mayoría de ellos viven y trabajan.

«[Las FARC] nunca nos maltrataron, pero nos cogieron por sorpresa», sostuvo Velandia, quien ha trabajado para RCN por tres años.

Las FARC —que con sus 16 000 combatientes son el grupo armado rebelde más numeroso de la nación— son acusadas por sus críticos de utilizar la zona de despeje, un territorio de tamaño similar al de Suiza, para esconder a víctimas de secuestros, procesar drogas y reclutar a combatientes.